"Día a día,
me levanto
queriendo ser mejor;
y me acuesto
noche a noche
con mi contradicción..."
Hoy fue un día muy intenso: como hace tiempo salimos de paseo él, yo, nuestro hoy, nuestros recuerdos y nuestras ganas de querer estar mejor, de ser felices de una buena vez.
Salimos desde muy temprano. Es cierto, el sol no salió hoy, y eso que lo fuimos a buscar al norte, pareciera que pese a nuestros esfuerzos hasta los rayos del sol nos eran esquivos. Sin embargo él no dejó de sonreir... hasta que yo dudé. Y dudé mal, me subsumí en mi misma, caí en el terreno de las fregadas inseguridades y casi-casi lo arrastré a ellas.
Gracias a Dios, a la vida y al cosmos él es mucho más fuerte y decidido que yo, y siempre me trae a tierra. Nos enjugamos el rostro con aire nuevo y lágrimas inocentes; ambos con la esperanza que las pequeñas tormentas pasarán y que estaremos mejor, mucho mejor.
Y terminamos el día como lo empezamos: de la mano, contemplándonos, anhelando que el mañana se siga tiñiendo de esperanza y continuemos avanzando juntos...
Esta canción va para ti, para mi, para los dos.
Esta canción va para ti, para mi, para los dos.
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